Abandonar el egocentrismo
Hay un dicho: "Las acciones virtuosas llevadas a cabo con propósitos egoístas son como la comida envenenada". La comida envenenada puede verse deliciosa e incluso saber bien, pero con rapidez nos conduce a una muerte segura.
Pensar en un enemigo como alguien a quien odiar, pensar en un amigo como alguien a quien amar, sentir envidia de la felicidad y buena fortuna de otres: todo esto está enraizado en el aferramiento al ego. Y las acciones virtuosas, infiltradas por el aferramiento al "yo", concebido como algo real y sólido, se convierten en veneno. Deberíamos intentar abandonar todo egocentrismo.
Original en inglés y fuente, aquí. Traducción al español e imagen, mías.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario