Nuestras relaciones con otres son como el encuentro fortuito de dos extraños en un estacionamiento. Se miran y sonríen. Eso es todo lo que hay entre elles. Se marchan y nunca más se vuelven a ver. Esto es lo que es la vida: solo un momento, un roce, y entonces se ha ido.
Si entiendes esto, no hay tiempo para pelear. No hay tiempo para discutir. No hay tiempo para lastimarnos. Ya sea que pienses en ello en términos de humanidad, naciones, comunidades o individuos, no hay tiempo para nada que no sea apreciar verdaderamente la breve interacción que tenemos unes con otres.
…El tiempo es muy precioso. No esperes a estar muriendo para entender tu naturaleza espiritual. Si lo haces ahora, descubrirás recursos de gentileza y compasión que no sabías que tenías.
| encuentros fortuitos matinales |
Original en inglés y fuente, aquí. Traducción al español e imagen, mías.
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