sábado, 8 de febrero de 2020

Criaturas


Vécoco
El vécoco es un ave con cuerpo de gramófono. Tiene ojos grandes color de ausencia y está recubierto por plumas tan finas que parecen telas de araña o vapor de agua. Pasa las noches en el quicio de las ventanas abiertas y se alimenta de los sueños de quienes duermen sin miedo a la oscuridad. Cuando rompe el alba, deja escapar un trino largo y melodioso, parecido al silencio. Si estás atento y tienes la costumbre de guardar papel y lápiz en tu mesa de noche, puedes transcribir su canto y recuperar tus sueños en forma de relatos o de poemas. El vécoco nació cuando un niño pequeño quiso decir helicóptero y no pudo. Si tienes a la mano unos cuantos ozalís, ofréceselos como muestra de agradecimiento. El vécoco se irá feliz a esperar la próxima noche en otra ventana.


Ozalís
Los ozalís son semillas granizo de color azul, esferas perfectas que se forman en las palmas de las manos de quienes recogen el agua de lluvia durante una tormenta tropical y la mezclan con sus lágrimas. Tan efímeros como un suspiro, saben que la vida y la muerte son meros instantes. Les encantan las vicisitudes y morir en el pico transparente de un vécoco, aunque pocos tienen esa fortuna.

Para Santiago, porque son suyos

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