Ya en tres ocasiones anteriores (1, 2 y 3), había yo hablado de estas flores que me fascinan. Los dos nombres comunes que me vienen a la mente, además del que yo uso, son quiebra platos (como les decía el papá de mi comadre) y manto de la virgen (como les decía mi abuela Rosa). Son nativas de México, Centroamérica y América del Sur, aunque se han naturalizado en varias regiones templadas y tropicales del mundo, incluyendo una buena parte de la Península Ibérica.
Sabía igualmente que las hay moradas, rosas, blancas y azules. Lo que no sabía es que también hay campánulas moteadas: blanco con rosa o blanco con morado (supongo que debido a una polinización cruzada, dice mi frustrada botánica interna, aficionada a Mendel y sus flores de chícharo).
Y estas recién las encontré en una calle de Chimal, cuando intenté, sin éxito, ir a comprar un yogur delicioso que hacen allá. Pero el viaje valió la pena. Al girar en la calle donde se ubica la fábrica me encontré estas dos bellezas:
Y no solo eso, sino que había otra de un color rosa violeta poco común:
Y no menos divinos, estos mastuerzos también bicolores:
Así de sorprendente una salida inocente por las calles de San Vicente Chimalhuacán, en las faldas del Popocatépetl.
Me encantan,no sabía su nombre, gracias por la info. urge vernos ❤️
ResponderBorrar¡Son preciosas! Y requeteurge vernos ❤️
Borrar