jueves, 17 de junio de 2010

Amistad 3

Reconociéndonos en lo que compartimos y compartiendo lo que nos hace diferentes...

2 comentarios:

  1. "y compartiendo lo que nos hace diferentes..."

    No se si sólo me ocurre a mi, pero antaño tenía la certeza de que la perfecta comunión radicaba en la absoluta similitud. (la juventud es un despropósito...)

    Después la vida y sus derroteros se encargaron de dibujarme frente a los ojos una silueta de mujer con espejo incorporado. Primero la observe a ella. Luego continué observándola. Y más tarde, también.

    Y nadie me avisó que su espiritualidad llegaría con un espejo bajo el brazo que me brindaría la oportunidad de llegar a verme y conocerme entre palabras que rozaban lo imposible.

    Yo mastiqué su nombre y ella pidió una ración de mí, pero a escondidas.

    Supe que entre tanta diferencia, jamás había sentido una fuerza tan "imantadamente" dulce.

    Desde aquel día en que comenzamos a compartir lo que nos hacía diferentes, dejaron de molestarme mis días nublos. Y a pensar que es posible que sean mi diferente forma de estar en el mundo, aquello que pone en su cara una sonrisa cada mañana.

    Al final mi texto fue más extenso de lo esperado! Más que su propia entrada. Lo siento!

    En cualquier caso, un saludo afectuoso,
    Db.

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  2. ¡Mil gracias por la reflexión y por el diálogo! (Yo no sabía que mi línea daba para tanto...)
    Un abrazo de regreso.

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