martes, 22 de octubre de 2013

Fugaz


Cuando regreso de dejar a mi hijo en la parada del autobús, acelero para llegar pronto a casa y no me doy cuenta que alguien intenta cruzar la calle. Un poco arrepentida y demasiado tarde, bajo la velocidad. Entonces veo a una mujer cargada con bolsas, quizá de basura, con la ropa maltrecha y una enorme sonrisa, pasar a lo largo de mi parabrisas trasero. Su mirada, fija en alguien que la espera al otro lado de la calle.

viernes, 18 de octubre de 2013

Invitada: Yeshe Tsogyal


Lo que entendemos como fenómenos
No son sino las proyecciones mágicas de la mente.
La vastedad hueca del espacio
Nunca vi que le temiera a nada.


Todo esto no es sino la luz de la claridad que resplandece por sí misma.
No hay ninguna otra causa.
Todo lo que sucede no es más que mi adorno.
Mejor, entonces, permanecer en meditación silente.


Original en inglés, aquí.
Traducción al español de Adela Iglesias.

miércoles, 16 de octubre de 2013


Anoche soñé contigo. No hubo intervalo lúcido. No me di cuenta de que soñaba, solo de que nos abrazábamos. Me sorprendió recordar tu olor, en sueños, después de más de diez mil días...

martes, 15 de octubre de 2013

Intervalo lúcido

1. m. Espacio de tiempo en que quienes han perdido el juicio dan muestras de cordura.

Eso dice el diccionario de la RAE, claro, y me quedó como anillo al dedo para describir lo que me sucedió hace un par de noches cuando soñaba que un colega en el trabajo me torturaba, evaluándome injusta y violentamente, a instancias de nuestra jefa. Mientras él rayoneaba con un marcador rojo mis planes de trabajo y yo empezaba a morir de indignación e ira, una voz me dijo: "No te enganches. Es solo un sueño". Entonces, no sin bastante esfuerzo de por medio, logré distanciarme de la situación y relajarme.

Ojalá logre lo mismo en eso que llamamos el estado de vigilia (o "vida real"), nada más que otro sueño del que cuesta más trabajo despertar.

lunes, 14 de octubre de 2013

Después de nadar, caminé por el mínimo trozo de pasto donde termina el terreno ocupado por los edificios. No llevaba mis lentes de contacto.

Del otro lado de los ficus y de la reja de metal, aparecía y desaparecía un destello blanco. Mi abuela Rosa decía que las mariposas de este color presagiaban la llegada de una carta de amor.

Hoy opté por dejar de esperar tales mensajes y ver esos resplandores albos solo como mariposas que pasan volando y cuyo camino a veces se cruza con el mío.

sábado, 12 de octubre de 2013

Invitado: Atisha



Defectos ocultos 

El mejor amigo espiritual es el que ataca tus defectos ocultos.
Las mejores instrucciones son las que golpean esos defectos.
Los mejores amigos son la atención plena y el estado de alerta.
Los mejores incentivos son los enemigos, los obstáculos y los sufrimientos de la enfermedad.
El mejor método es no urdir nada.



Traducido al inglés por el Comité de Traducción Padmakara.
Traducción al español de Adela Iglesias.
Versión en inglés y fuente, aquí.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Apaga la luz

El cielo amanece violeta
Y después de unos instantes la niebla
Sobre el valle se vuelve a poner gris, gris
Brillante y manchada de rosa

La noche está marchándose ya

martes, 8 de octubre de 2013

Tríptico 3

Una telaraña enorme
                        en el jardín

La mirada de la gata
                         sobre tu regazo

Esa lozanía de su espalda
                            descubierta solo a medias


(Sobre la pantalla en blanco de mi propia mente)

lunes, 7 de octubre de 2013

Invitado: Dilgo Khyentse Rinpoché

Entre más preocupado estés por tu propio envejecimiento físico, más ansioso te pondrás. No te preocupes demasiado de tu apariencia física. Concéntrate, más bien, en no desperdiciar tu vida. Practica el Darma. Entre más te comprometas con ello, más crecerá tu satisfacción.

Fotografía de Wendy Tigerman


Traducción de Adela Iglesias
Original en inglés, aquí.

sábado, 5 de octubre de 2013

Invitado: Mingyur Rinpoché



Cuando en tu corazón despierta la compasión, puedes ser más honesto contigo mismo.



Traducción de Adela Iglesias
Original en inglés y fuente, aquí.

viernes, 4 de octubre de 2013

de tlacuaches y recuerdos


Crecí oyendo a mi pá (en tono suave y bromista): "¡aguas con el tlacuache!".  Nos lo sigue diciendo a sus noventa, cuando salimos al jardín, me cuenta Fuen, a propósito de un enlace que sobre estos mamíferos didelfimorfos compartí en mi feisbuc ayer. Aquel tlacuache que los acompañó a ella y su familia (hermanos, hijas, sobrinos) murió hace poco, pero no se atrevió a contárselo a su papá.

Estos bichos, que a mí me resultan muy simpáticos aunque haya quienes digan que son ratas gigantes sin pelo en la cola, también han estado presentes en mi mundo. De chica, en la casa de mi abuela Rosa, no recuerdo haberlos visto, pero sí haberlos oído mentar con frecuencia, no sé si como amigos o como enemigos.

Fue hace 17 años cuando su presencia fue fundamental en mi vida. Recién había nacido mi hijo y, como era de esperarse, se despertaba con frecuencia durante la noche, a veces con hambre, otras solo con ganas de acción. A veces lo paseaba en brazos su papá y abría alguna llave del baño o de la cocina o prendía una hornilla de la estufa para que el pequeñuzo se calmara con el sonido del agua o con la visión del fuego. Cuando me tocaba a mí, caminaba como zombi por el pequeño búngalo donde vivíamos, arrullando al bebé con el movimiento. Cuando llegaba a las puertas de cristal que de día se abrían para dar paso al jardín, me encontraba con un tlacuache, o tlacuacha quizá, que paseaba de noche buscando alimento. Entonces me detenía a verla y me sentía mucho menos sola. Recuerdo también que llegamos a dejarle fruta a nuestro visitante nocturno.

Y cuando el hijo tenía casi un año y medio, el padre me pintó en versión "Tlacuacha Eloísa" y me regaló el cuadro que aún cuelga de la sala de mi casa:



Años después supe que tlacuache era sinónimo de zarigüeya, que eran animales marsupiales y amigables y ayer me enteré que después de un periodo de gestación de 13 días, las crías pasan dos meses en el marsupio de la madre y otros dos, sobre su lomo aprendiendo sobre la vida. Y junto a mis alumnos aprendí que entre los indios cora, se dice que fue un tlacuache llamado Yaushu quien robó el fuego a los dioses para tráerselo a los hombres; fue durante esta empresa cuando se le quemó la cola y le quedó pelada.

jueves, 3 de octubre de 2013

Invitado: Chogyam Trungpa Rinpoché



Si uno recoge el sufrimiento

de una flecha que atraviesa el corazón

uno debería recordar al bien amado

y comparar los sentimientos



Traducción de Adela Iglesias
Original en inglés y fuente, aquí.