lunes, 8 de noviembre de 2010

Amistad 10

Cuando el llanto me dio un respiro, me di cuenta de mis expectativas. Cuando pude afrontarlas, las empecé a soltar, con el profundo dolor de reconocer ese anhelo tantas veces perseguido en el lugar equivocado. Entonces te vi con más claridad. Pude ser más genuina y encontrarte de nuevo, confiándote mi vulnerabilidad, pidiéndote un abrazo. Ahora te vuelvo a dar las gracias.

1 comentario:

  1. La amistad, la verdadera amistad, siempre tuvo y vestirá un cuerpo y un alma 10. A veces incluso, 1000.

    Db.

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