sábado, 6 de noviembre de 2010

Soledad

La Real Academia propone seis acepciones para esta palabra. La menos desoladora tiene que ver con una tonada andaluza de carácter melancólico, así que vaya usted a saber cómo terminaría uno después de escuchar la copla que se canta con esa música o de bailar la danza que la acompaña (ambas llamadas también "soledad"). Ahora que si de bailar se trata, llorar al mismo tiempo no es tan fácil.

En un sentido más llano, se trata simplemente de la carencia voluntaria o involuntaria de compañía. Claro que cuando es voluntaria duele menos, a veces. O quizás, si es involuntaria, corremos con la suerte de ni siquiera darnos cuenta.

Aquello del pesar y melancolía por la ausencia, muerte o pérdida de algo o alguien ya es el colmo del azote.

Hoy me quedo con la desnudez del lugar desierto, de la tierra no habitada. Después de pasar el día llorando, así me siento: vacía.

1 comentario:

  1. La incapacidad del ser humano de aceptar la soledad como una condición irremediable lo obliga a actuar de maneras incongruentes.
    Es muy cierto, estás completamente sola, pero siendo quien eres yo me preguntaría: ¿qué me falta si de cualquier modo no me alejo ni un paso de la genialidad?

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