jueves, 21 de julio de 2011

Intimidad

Me parece que la RAE demostró poca inspiración con respecto a este vocablo. Las dos acepciones propuestas me resultan bastante planas:
1. f. Amistad íntima.
2.
f. Zona espiritual íntima y reservada de una persona o de un grupo, especialmente de una familia.

Si buscamos el adjetivo al cual ambas aluden (íntimo, ma) nos encontramos con lo que sigue:
1. adj. Lo más interior o interno.
2.
adj. Dicho de una amistad: Muy estrecha.
3.
adj. Dicho de un amigo: Muy querido y de gran confianza.
4. adj. Perteneciente o relativo a la intimidad.

Pues, qué decir. Se acerca un poco más al tipo de relación que intento describir (obviando la cuarta, por supuesto), pero queda lejos, muy lejos de transmitir lo que sucede cuando mi mejor amiga y yo quedamos para desayunar juntas y, como sucede en las caricaturas cuando el sol se va moviendo en el cielo para explicitar el paso de las horas, nosotras vemos cómo cambian las caras de los comensales (los que desayunaron se marchan y ahora están los que llegaron a comer o incluso a merendar) y del equipo de servicio (las meseras se despiden dejándonos en manos de sus compañeras que inician el segundo o el tercer turno). Y no se trata solamente del número de horas compartidas, sino de la cercanía (de emociones, de intereses, de gustos, de opiniones), de la confianza, de la complicidad, incluso de los eventuales desencuentros. No tiene que ver tampoco con el tiempo de conocencia, sino con la disposición a conectarnos desde lo más interno de una con lo más interno de la otra.

En sus palabras: "No es fácil encontrar con quien compartir las muchas cosas que compartimos tú y yo."

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