viernes, 29 de julio de 2011

Pasada la medianoche

La lluvia cae a plomo, sin truenos ni rayos. Aplaca mis miedos y resfresca mi mente: Arrullo perseguido siempre.

Dura menos de lo esperado.

Mi necesidad se asoma. La acuno entre las manos y me acuesto de lado. Apago la luz y cierro los ojos. Cuando estoy por dormirme, arrecia de nuevo. Se calma.

Cruzo el umbral al compás de las últimas gotas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario