sábado, 5 de mayo de 2012

bodas de oro

Si mis papás vivieran, hoy habrían celebrado sus 50 años de matrimonio. Y sí, ya sé que el hubiera no existe; murieron y no celebraron, pero yo me acuerdo hoy de ellos y me imagino la comida con que se habrían agasajado, seguramente a las faldas del Popo, como cuando mi papá alcanzó su medio siglo. Aunque durante los 37 años que llegaron a estar casados, hubo momentos buenos y otros malos, creo que si algo lograron fue forjar una amistad profunda y verdadera, a pesar de sus diferencias y de sus circunstancias. Y eso me parece, hoy otra vez, motivo de una renovada celebración.

A falta de oro, en su honor, esta luz dorada de sol tras la hoja de un plátano.

 

3 comentarios:

  1. Según yo te había comentado en esta entrada el día que la publicaste... en fin decía que me gustó mucho el color y el recuerdo creado a partir de la nostalgia. Abrazos.

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  2. Pues es un gusto encontrar tu comentario hoy. Siempre son bienvenidos, como los recuerdos coloridos. Abrazos de regreso.

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