Hoy llevo a mi hijo de día y no de noche. Hay luz y también mucho más tráfico.
De regreso, me siento en la computadora para empezar a trabajar. (Hoy no tengo que ir a la escuela.). Una guitarra (mi instrumento favorito, sin duda) acompaña el comienzo de mi mañana. La música es muy hermosa. Cuando termina, me entero que se trata de una suite para guitarra que Manuel María Ponce le dedicara a Andrés Segovia. Hoy la escuché en manos de Manuel López Ramos.
A continuación un concierto de clavecín, oboe, cuerdas y continuo de Johann Ludwig Krebs, músico barroco alemán, tocado por la Camerata Bern. (Bueno, hasta parece que conozco de música clásica...) Bellísimo.
¿Qué más se le puede pedir a la vida?
Que la mañana no se acabe, que la música continúe...
Imposible.
(Menos mal, si no, acabaría harta de tanta guitarra, de tanto barroco y de tanta luz...)
Que no nos falte la luz...
ResponderBorrarSaludos y buen domingo.