domingo, 4 de enero de 2015

de torbellinos y cajoncitos


Un torbellino, según la RAE, es un remolino de viento o una abundancia de cosas que ocurren a un mismo tiempo.

Un cajón, según ellos mismos y entre varias acepciones, es un receptáculo que se puede sacar y meter en un hueco determinado, al cual se ajusta, de un armario, una mesa, una cómoda u otro mueble.


¿Y qué tienen que ver uno y otro?

Pues resulta que hay seres a quienes los remolinos de viento se les meten muy adentro en el cuerpo y en el alma, las más de las veces por culpa del amor, y ahí les dejan los cajoncitos desajustados y revueltos. El amor es a veces tanto que les hace perder de vista que el cariño mismo es capaz de ayudarlos a encontrar un acomodo nuevo para los cajoncitos.  En realidad, es incluso posible que no sea un tema tan complicado. Vaciarlos y dejar que el mismo remolino de viento eche todo a volar podría ser una buena opción.

Un signo de que estos seres pudieran estar empezando a curarse de su preocupación por encontrar el orden y el ajuste perdidos es cuando piensan y piensan, abren y cierran los cajoncitos y no saben cómo se lo hacen pero siempre apareces tú.

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