lunes, 12 de enero de 2015

-p-u-e-n-t-e-


1. m. Construcción de piedra, ladrillo, madera, hierro, hormigón, etc., que se construye y forma sobre los ríos, fosos y otros sitios, para poder pasarlos.

Pues más claro, ni el agua. Pero la Academia no hace mención al uso figurativo del vocablo. Claro, metáforas y comparaciones son ya responsabilidad de quien escribe. Hoy me encuentro (¿nos encontramos?) cruzando un puente entre un modo de relación y otro. Entre el amor (en su sentido occidental más restringido) y el cariño. Entre lo que fue y no pudo seguir siendo y lo que será, que se parece, tal vez, a lo que ya fue en otro momento, pero que indefectiblemente se verá teñido por lo que hubo y se terminó. (Sí, ya sé, parece trabalenguas, o trabacorazones...)

Hoy se me ocurre combinar la palabra en cuestión con otra que entró en un diccionario nuestro hace varias décadas: "aséptico (a)" que la RAE define como:

2. adj. Neutral, frío, sin pasión.

Así, la expresión que propongo es "puente aséptico": Dícese de una forma de transición (1. f. Acción y efecto de pasar de un modo de ser o estar a otro distinto), extrema por miedo o por prudencia, que ha de transportarnos a un modo nuevo y diferente de relación, donde el cariño ya no duela ni amenace.

Ojalá.

2 comentarios:

  1. Nunca dejan de sorprenderme tus textos, tan bien escritos, tan expresivos...

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    1. Y a mí me encanta que te pasees por aquí y me dejes tus palabras...

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