Cuando nos examinamos, tendemos a obsesionarnos con nuestra neurosis, desazón y agresión. O podríamos obsesionarnos con cuán maravillosos, exitosos e invulnerables somos, pero esas sensaciones son generalmente superficiales y cubren nuestras inseguridades. Echa un vistazo. Hay algo más, algo más que todo eso. Estamos dispuestos: dispuestos a esperar, dispuestos a sonreír, dispuestos a ser decentes. No deberíamos de descontar ese potencial, esa simiente poderosa de gentileza.
Original en inglés y fuente, aquí.
Traducción al español e imágenes, mías.
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