Hace un año casi publiqué aquí un haiku, el número 1 de una serie, ilustrado con una fotografía de los primeros brotes de una violeta.
Esa violeta creció y hoy ha echado su primera flor, amén de varios botones más.
Qué bendición que todo sea transitorio, que todo cambie.
De otro modo, mi violeta nunca habría floreado.
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