martes, 1 de octubre de 2019

Lloro


En la radio, Jessye Norman canta las cuatro últimas canciones de Strauss.
Me acuerdo de mi padre, que amaba a Jessye Norman.
Leo a Isa, que habla de la tristeza fundamental.
Y lloro.
Así, sin más.
Sin vergüenza.
Lloro.
Desde ese corazón abierto por la voz de Jessye Norman.
Por el recuerdo de mi padre.
Por las palabras de Isa.
Lloro.
Toco ese corazón de tristeza que es el mismo corazón.
De todos y de todo.
De la voz de Jessye Norman.
Del recuerdo de mi padre.
De las palabras de Isa.
El llanto pasa.
Y queda ese dolor, tenue y constante, que me dice que estoy viva.

3 comentarios:

  1. Deja que una lágrima de mi pena acompañe a las que nacen de la tuya. Así ella, la pena, será nuestra.

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    1. Gracias, amigo, por acompañar mis lágrimas con la tuya y hacer la pena nuestra.
      (Qué bonita manera de decirlo. Mil gracias por la visita, el comentario y la compañía.)

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  2. Recuerda que estamos unidos por un papalote fantástico. Dos hilos para un mismo sueño: escribir.

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