Dejé de lavarme los dientes desde ayer para sentir la amargura en mi boca. Cuando fue insoportable, pensé en ti y, entonces, sólo noté un gusto dulce. La pasta y el cepillo fueron un mero trámite.
Ha de ser afortunado o afortunada. Por aquello de llevar siempre su presencia o su ausencia incrustada en el paladar... Creo que el amor es el único dulce que no engorda. A veces, también, el limón más amargo.
Hoy me quedo con la dulzura de tus palabras. (Bittersweet Symphony)
Ha de ser afortunado o afortunada.
ResponderBorrarPor aquello de llevar siempre su presencia o su ausencia incrustada en el paladar...
Creo que el amor es el único dulce que no engorda.
A veces, también, el limón más amargo.
Hoy me quedo con la dulzura de tus palabras.
(Bittersweet Symphony)
Un abrazo,
Db.