Lunes al mediodía
Me dispongo a nadar. Sobre el agua de la alberca ("piscina" la hubiera llamado él), flotan algunas flores de jacaranda. Morado sobre azul. Las que se le escaparon al jardinero cuando limpió el agua. Una mariposa amarilla, casi verde, pasa volando por encima, de la alberca y de mí. El agua helada es una promesa para mi piel, semidesnuda.
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