domingo, 4 de octubre de 2015


Anoche soñé contigo. No fue un sueño lúcido. Nos casábamos después de más de 400 días de ausencia.

Tu madre nos cantaba una canción. Se veía contenta.

También nos desnudábamos.

A medias tintas, me rozaron la nostalgia y la sorpresa.
No fue un sueño lúcido.

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