jueves, 4 de febrero de 2016

En el Camp Nou

Santiago en el estadio 1

Yo no soy experta en futbol ni mucho menos, pero eso sí fan (hincha) total del Barça, con todo y que a más de uno esto le pueda resultar extraño.

Todo empezó cuando tuve un alumno de segundo de secundaria, hará unos 4 años, con quien la relación era francamente tirante. Entonces me enteré que le iba al Barça. Oh coincidencia, mi hijo era del mismo equipo (y lo sigue siendo, por supuesto). Decidí ganarme al chico en cuestión (Pato, le decíamos) y le pedí a Santiago que me instruyera acerca del equipo catalán y su estrella, Messi, para impresionar a mi alumno. Al principio fingía que había visto los partidos y hacía comentarios previamente ensayados con mi hijo. Y así, Pato y yo nos hicimos amigos. Pero al pasar el tiempo, me enganché con los partidos y con el equipo y entonces mis comentarios pasaron a ser genuinos, igual que mi emoción, y mi relación con Pato siguió mejorando. 
Ver los partidos de los blaugranas se convirtió en un espacio compartido con Santiago, aunque a decir verdad mi emoción no siempre se equiparara con la de él y aún haya por ahí un par de jugadores o más que sigo confundiendo...

Hace 10 meses (menos dos días) Santiago se fue a viajar por Europa y entonces me avisaba por algún tipo de mensaje cuando nos tocaba partido. Muchos los vimos, con 7 horas de diferencia en nuestros horarios, comentando por Facebook, sobre todo durante el medio tiempo. En julio fue a Barcelona por primera vez e hizo la visita turística obligada al Camp Nou, pero sin ver jugar a su equipo. En enero volvió a la ciudad condal y entonces fue por primera vez al Campo Nou a verlos en vivo, como se ve en estas fotos que algún aficionado le tomó y que recién me mandó. Y apenas ayer, estaba por tercera vez en la capital catalana para ver un partido más del Barça. Yo a mi vez, me eché el formidable juego contra el Valencia en mi casa, sabiendo que mi hijo estaba en el estadio. Quedamos en que si pasaba una cámara, me saludaría. Lo hizo, según me contó, aunque me temo que yo no alcancé a distinguirlo. Pero fue emocionante la sensación de estar viendo el juego en la tele sabiendo que él estaba allá en persona y que muy pronto estaremos nuevamente del mismo lado del televisor viéndolos juntos.

(En total, Santiago presenció en vivo en dos partidos 13 goles del equipo, incluyendo un hat-trick de Messi y un póker de Suárez...)

Además, los mejores amigos de Santiago, León y Toño, que esperan la vuelta de Santiago con la misma emoción que yo (o casi), vinieron a casa para ver otro de los partidos de la temporada (León, de hecho, vino dos veces) y compartimos, además, unos buenos tamales al tiempo que cumplían, por los pelos, su promesa de visitarme mientras mi hijo estuviera fuera.

Así que aunque alguien por ahí me dijera que Santiago había vivido la "Barcelona oscura", refiriéndose a su afición culé, para mí el Barça y el Camp Nou representan momentos luminosos de nuestra relación. Tengo pendiente, claro, ver jugar al equipo (el único que sigo) en vivo también. Quizá algún día...

Santiago en el estadio 2

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