jueves, 30 de octubre de 2025
Vulnerabilidad 10
miércoles, 29 de octubre de 2025
Invitado: Thich Nhat Hanh
Si fuimos lastimados cuando éramos niños, las semillas de sufrimiento que recibimos entonces siguen con nosotros hoy. La manera como nos relacionamos con la vida en el momento presente está parcialmente basada en estas semillas de sufrimiento. Las semillas del pasado se manifiestan en nuestra mente cada día, pero dado que no las hemos bañado con la luz de la atención plena, no estamos conscientes de ellas. Este mero reconocimiento ocasionará que pierdan algo de su poder sobre nosotros.
| glorias de la mañana: mantos de la virgen, les decía mi abuela Rosa |
Original en inglés y fuente, aquí. Traducción al español e imagen, mías.
martes, 28 de octubre de 2025
Certeza
lunes, 27 de octubre de 2025
Invitado: Padampa Sangye con comentario de Dilgo Khyentse Rinpoché
Son nuestras propias mentes las que nos encaminan equivocadamente en el ciclo de la existencia. Ciegos al la verdadera naturaleza de la mente, nos agarramos de nuestros pensamientos, que en verdad son simplemente las manifestaciones de esa naturaleza. Pero a través de la fijación, la conciencia pura se congela en conceptos sólidos tales como "yo" y "otro", "deseable" y "repulsivo" y muchos más. Así es como creamos samsara.
Si podemos derretir el hielo de estas fijaciones siguiendo las instrucciones de un maestro, la conciencia pura recobra su fluidez natural. Para ponerlo de otro modo, si cortas un árbol en la base del tronco, el tronco, las ramas y la hojas se caen todos juntos. De forma similar, si cortas a través de los pensamientos en su fuente, todo el engaño de samsara colapsará.
Todo lo que experimentamos —todos los fenómenos de samsara y nirvana— aparece con la claridad vívida de un arcoíris y, sin embargo, como un arcoíris, está vacío de cualquier realidad tangible. Una vez que reconoces la naturaleza de los fenómenos —manifiestos y al mismo tiempo vacíos—, tu mente se liberará de la tiranía del engaño.
Eso no significa, sin embargo, que la mente sea una entidad sobre la cual trabajar, como un trozo de barro, al cual un alfarero puede darle cualquier forma. Cuando el maestro introduce al discípulo a la naturaleza de la mente, no está señalando algún objeto concreto.
Cuando el discípulo busca y encuentra esa naturaleza, no se apodera de alguna entidad que pueda asirse. Reconocer la naturaleza de la mente es reconocer su vacuidad. Eso es todo. Es una realización que ocurre en el reino de la experiencia directa y que no puede expresarse en palabras.
Esperar que tal realización esté acompañada de clarividencia, poderes milagrosos y otras experiencias extraordinarias sería engañarte a ti mismo. ¡Solo dedícate a reconocer la naturaleza vacía de la mente!
viernes, 24 de octubre de 2025
Invitado: Karmapa 17
Cuando hablamos sobre las preocupaciones de esta vida (resumidas en los ocho dharmas mundanos*), deberíamos entender por qué necesitamos trabajar en renunciar a ellas. La razón es que representan nuestros apegos, las diversas maneras en que nos aferramos a todas las cosas de este mundo. No importa si estas cosas parecen ser agradables o desagradables, buenas o malas, beneficiosas o dañinas. Es solo nuestro aferramiento a ellas —ciegamente sin entender o pensar—lo que perturba nuestra mente y nos llena de aprensión.
A muchos de nosotros nos gusta el Dharma y queremos practicarlo. Pero frecuentemente practicamos con seriedad cuando estamos infelices y tenemos algunos problemas, así que, de hecho, solo estamos intentando estar más felices. Cuando nos duele la espalda, nos aplicamos geles y vamos por un masaje, y entonces nos sentimos un poco mejor. Nuestra práctica del Dharma es un poco así. Pensamos que es algo para hacer cuando hay un problema, pero nuestra mayor atracción es a esta vida, al mundo y a todos sus entretenimientos. Consideramos que nuestras posesiones mundanas son cruciales para nuestra vida, la fuente misma de nuestra felicidad. Aun si no pensamos así conscientemente, en el segundo plano de nuestra mente, nuestra actitud inconsciente se agarra a todas estas cosas mundanas como si nuestra felicidad verdaderamente dependiera de ellas.
Cuando tenemos esta actitud, nuestra práctica del Dharma empieza a parecerse a un tratamiento para el SIDA. Me han dicho que cuando uno tiene SIDA, la comida que uno come primero alimenta al virus del SIDA y solo después, cuando el virus está saciado, se dirige a las partes de nuestro cuerpo que están sanas. Algo así sucede cuando practicamos Dharma con demasiado apego a las ocho preocupaciones mundanas. Como el virus del SIDA, ellas reciben la mayor parte de nuestra atención, mientras que el Dharma queda segundo en línea.
*la ganancia y la pérdida, el éxito y el fracaso, el elogio y la desaprobación, y el placer y el dolor: en el budismo, las ocho preocupaciones o condiciones transitorias que perturban la mente y provocan sufrimiento
| zanate desayunándose un insecto hoja esta mañana |
Original en inglés y fuente, aquí. Traducción al español e imágenes, mías.
jueves, 23 de octubre de 2025
Invitado: Dilgo Khyentse Rinpoché
Examina el enojo mismo y encontrarás que no es nada es nada más que un pensamiento. Si ese pensamiento de enojo desaparece, no conducirá a una acción hecha desde el enojo, con sus resultados kármicos negativos. Pisotea el enojo con realización y se disuelve como una nube en el cielo; y a medida que se disuelve, la noción de "enemigo" se esfumará con él.
miércoles, 22 de octubre de 2025
Como casi todas las mañanas...
...desde hace 17 o 45 años, te levantas un poco más temprano que él. Pones la tetera para ti y a él le dejas preparada la cafetera. De otro modo, es incapaz de despertar. Con sendas tazas en mano, se sientan frente a la ventana que da al desierto. Hablan durante media hora, más o menos, de todo y de nada. Es el comienzo de su día juntos. Y te encanta. Supones que a él también. Revisar y aclarar suposiciones siempre ha sido un ejercicio productivo entre ustedes. Contar algún chiste también. Y tomarse de las manos.
Pasados los minutos de costumbre, él se levanta para bañarse, vestirse, acicalarse y marcharse al trabajo. Tú trabajas desde casa, así que no necesitas ningún arreglo especial. (Solo a veces, para alguna videollamada.) Hoy es tu día de meditación y plática virtuales con tu nueva amiga. Y hoy la reunión es más temprano porque ella tiene quién sabe qué cosa con su hijo a la hora en que suelen encontrarse.
Tú le has pedido a él que pase a despedirse a tu estudio y, así, aprovechas para presentarlos. Tarda un poco, pero le pides a ella que tenga paciencia. Finalmente, él aparece. Se acerca a la pantalla. Ella le dice que es un gusto conocerlo y que ha oído hablar mucho de él. Espero que puras cosas buenas, dice él. Casi todas, dice ella. Te ríes con ellos.
Entonces él se despide de la pantalla y se acerca a ti, te besa en la boca, tú le devuelves el beso y se dicen "I love you". Ella se convierte en testigo impensado de este momento de intimidad. Tú no puedes ver cómo se le anegan los ojos...
| de la caminata matutina de ella |
sábado, 18 de octubre de 2025
Invitada: Jetsunma Tenzin Palmo
Cuando el budismo dice que la razón por la cual estamos atrapados en esta rueda de nacimiento y muerte es la ignorancia, no quiere decir que no sepamos cuál es la capital de Guatemala o no tengamos mucha idea sobre física cuántica. No es eso. Es marigpa, avidya, no conocer la naturaleza verdadera de la existencia. Esta es la cusa principal del sufrimiento. No reconocemos la verdadera naturaleza, así que proyectamos cosas que no existen, y estamos engañados y confundidos. Estamos engañados y confundidos sobre la realidad externa, sobre otras personas, y también sobre nosotros mismos. Nos transformamos en algo que es sólido, inmutable, duradero y absolutamente existente en sí mismo. Y el punto de la meditación es cuestionar siempre esta premisa básica.
| balcón de temporada |
Original en inglés, aquí. Traducción al español e imagen, mías.
jueves, 16 de octubre de 2025
sin título 7
Lo prometido es deuda, dice el dicho. Y yo, el 23 de julio, prometí que si la violeta color vino revivía, yo vendría aquí a contarlo. Y revivió. En realidad, la planta siempre estuvo bien, pero sus flores pasaron por un bache: se doblaban antes de abrir. Creo que incluso una la corté yo, sin querer, en mi ansia por que floreciera como siempre.
Pero hace unos días empezaron los botones, y luego abrieron las flores y luego más botones y no se doblaron: la planta está divina. Todo me hace suponer que esta es la violeta más antigua que tengo, aunque este ejemplar en particular sea solo descendiente de la planta madre que me regaló mi entonces amiga J.La maceta seguro no es la misma. La original era una maceta de talavera de Tlaxcala que J y y yo compramos juntas en alguno de los viajes de fin de año que hicimos de jóvenes adultas, hace varias décadas. Esa maceta vive ahora en mi balcón con unas suculentas que me traje de Chimal y que parecen haber pegado muy bien.
miércoles, 15 de octubre de 2025
Invitado: S.E. Chagdud Tulku Rinpoché
Nuestras relaciones con otres son como el encuentro fortuito de dos extraños en un estacionamiento. Se miran y sonríen. Eso es todo lo que hay entre elles. Se marchan y nunca más se vuelven a ver. Esto es lo que es la vida: solo un momento, un roce, y entonces se ha ido.
Si entiendes esto, no hay tiempo para pelear. No hay tiempo para discutir. No hay tiempo para lastimarnos. Ya sea que pienses en ello en términos de humanidad, naciones, comunidades o individuos, no hay tiempo para nada que no sea apreciar verdaderamente la breve interacción que tenemos unes con otres.
…El tiempo es muy precioso. No esperes a estar muriendo para entender tu naturaleza espiritual. Si lo haces ahora, descubrirás recursos de gentileza y compasión que no sabías que tenías.
| encuentros fortuitos matinales |
Original en inglés y fuente, aquí. Traducción al español e imagen, mías.
martes, 14 de octubre de 2025
Invitado: Dilgo Khyentse Rinpoché
Abandonar el egocentrismo
Hay un dicho: "Las acciones virtuosas llevadas a cabo con propósitos egoístas son como la comida envenenada". La comida envenenada puede verse deliciosa e incluso saber bien, pero con rapidez nos conduce a una muerte segura.
Pensar en un enemigo como alguien a quien odiar, pensar en un amigo como alguien a quien amar, sentir envidia de la felicidad y buena fortuna de otres: todo esto está enraizado en el aferramiento al ego. Y las acciones virtuosas, infiltradas por el aferramiento al "yo", concebido como algo real y sólido, se convierten en veneno. Deberíamos intentar abandonar todo egocentrismo.
Original en inglés y fuente, aquí. Traducción al español e imagen, mías.
sábado, 11 de octubre de 2025
Mi papá tenía una kufiya
viernes, 10 de octubre de 2025
a la Margaret Atwood
martes, 7 de octubre de 2025
7 de octubre

Mal y tarde empecé a compartir información sobre el
genocidio en Gaza. Dos años van de esta atroz etapa. Dos años desde que Hamas y
otros grupos armados atacaron y mataron alrededor de 1,200 personas en el Sur
de Israel, de los cuales más de 800 eran civiles, incluyendo 36 niños, además de tomar rehenes, algunos de los cuales siguen cautivos. Dos años de horror en Gaza: desplazamiento, destrucción de infraestructura civil, privación de
comida y medicina, y más de 65,000 personas asesinadas, incluyendo alrededor de
18,000 niños y más de 200,000 heridos en lo que Amnistía Internacional (fuente
de estos datos) ha determinado como un genocidio.
¿Y cómo seguimos permitiendo que suceda?
Lo que está sucediendo no empezó hace dos años, sino hace más de 75: 75 años de muerte, de injusticia, de invasión, de desplazamiento. Y más de 120 de colonización. Y Gaza y Palestina no son, tristemente, los únicos lugares del mundo donde atestiguamos semejante barbarie: Sudán, el Congo, el Tíbet, la Amazonía...
Gaza se ha vuelto, empero, un símbolo de lo peor que somos como raza humana y de la oportunidad de encontrar un camino juntes hacia otra manera de comportarnos. No sé lo suficiente para hacer una reflexión ni política ni social ni económica, pero sí puedo hablar desde lo que he estudiado y practicado durante casi 30 años: las enseñanzas del Buda.
Y hoy lo hago porque el silencio (desde hace mucho) no es una opción.
El príncipe Sidarta, después de completar su camino interior para ver la realidad cómo es, más allá de cómo creemos que es, cuando despertó como Buda Shakyamuni, habló sobre el karma. Dijo que el karma no es nada más que el hecho de que nuestras acciones tienen consecuencias (no una teoría esotérica en la que se pueda creer o no). Sin pretender abarcar un tema complejo y profundo (cuya comprensión total se dice que solo es posible desde la mente iluminada), voy a retomar una de sus avenidas, a saber, la existencia de un karma grupal, es decir, aquellos resultados de nuestras acciones que compartimos con nuestra familia, con nuestro grupo social y con la humanidad con la cual estamos habitando el planeta Tierra en estos momentos.
Puesto de forma sencilla, todes somos responsables de las atrocidades que suceden en Gaza y en esos muchos otros lugares del mundo.
Es una pregunta que me hecho muchas veces y que he compartido y reflexionado en los grupos de estudio budista en los que participo, pero no fue sino hasta hace poco, que encontré una de las respuestas. Somos responsables en la medida que seguimos perpetuando un esquema mental que divide al mundo en blanco y negro, en yo y otro, en nosotros y ellos, en amigos y enemigos, en buenos y malos, en víctimas y victimarios. Y sí, se trata de una propuesta muy revolucionaria (aun subversiva) que, a nivel relativo, podría sonar como una locura. Y suena a locura porque desafía la manera de pensar que hemos tenido desde siempre y que es, según el Buda, el origen de todo nuestro sufrimiento y del de los demás.
Esa división entre yo y otro, que me lleva/nos lleva, a defenderme/a defendernos a capa y espada de lo que no soy yo es el comienzo del ciclo interminable de sufrimiento, no solo para el otro, sino para mí también, no solo para elles, sino también para nosotres. Esta manera de pensar nos convierte tanto en victimarios, como en víctimas y en su polaridad nos imposibilita salir del ciclo.
Y nivel práctico, de la vida cotidiana, ¿cómo hago algo diferente?
Hago algo diferente empatizando no solo con las víctimas sino con los perpetradores, pues ambos están/estamos generando sufrimiento propio y ajeno. Y lo generamos, paradójicamente, en nuestra búsqueda de la felicidad. Porque ambos, todes, amigues, enemigues, animales, dioses, fantasmas hambrientos, seres de los infiernos, semidioses, seres humanos estamos intentando ser felices y trascender el sufrimiento y las más de las veces optamos por caminos que nos hunden más en la miseria, propia y ajena. Pero el hecho de buscar lo mismo nos hermana más allá de lo imaginable.
¿Y por dónde empiezo? ¿Por dónde empezamos?
Mirando hacia adentro. Familiarizándonos con nosotres mismes. Familiarizándonos con nuestra mente que es capaz de desear, de odiar y de ignorar como la de todes les demás. Mirando hacia adentro y reconociendo cómo lo que nos violenta afuera, nos habla también de nosotres, aunque no nos guste y no lo queramos ver y pensemos que no, que nosotres no somos como elles.
Y entonces la indignación puede irse transformando en compasión y la compasión manifestándose en acciones claras, precisas, necesarias, que trasciendan las limitaciones de las posturas extremas, del odio, de la culpabilización, del terrorismo de cualquier facción.
Mientras me sigo entrenando y aprendiendo y cuestionándome, hoy mi corazón está con Gaza y los palestinos y con todos los que siguen sufriendo y resistiendo alrededor del mundo. Intento abrir el corazón hacia quienes han torturado y maltratado y matado de hambre y bombardeado y desmembrado y asesinado y humillado y destruido y

viernes, 3 de octubre de 2025
Invitado: Shechen Rabjam Rinpoché
Engañados por la apariencia
jueves, 2 de octubre de 2025
(un poemita nomás)
you call me My Love
and my imagination goes wild
you call me My Love
and my memories of lacking unleash
you call me My Love
and my body bubbles up
*
you call me My Love
and i attempt
to consider it nothing more
nothing less
than
a token of friendship
*
you call me My Love
and i wish
i could
call
you
the same
para ti, blaze
miércoles, 1 de octubre de 2025
Invitado: SS el Dalai Lama
Pero no están dispuestas a cambiar ninguna faceta de su personalidad: no están dispuestas a renunciar a ninguna parte de su carácter negativo. Con este tipo de enfoque hacia el budismo, apenas importa cuánta meditación hagamos, nuestra práctica permanece meramente como un pasatiempo o un deporte. No toca nuestras vidas. Para superar, en efecto, nuestros problemas, debemos estar dispuestas a cambiar, o sea, cambiar nuestra personalidad. Necesitamos renunciar a los aspectos negativos de ella que nos están ocasionando tantos problemas y deshacernos de ellos.